Marsella (Francia). Del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2022 se llevó a cabo, en Marsella, en Francia, el 21° Congreso Mundial de la Oficina Internacional de la Educación Católica (OIEC), nacido en 1952. Cada tres o cuatro años la OIEC organiza un encuentro de los responsables de la educación católica de todo el mundo. El tema elegido para celebrar el 70º aniversario de la OIEC es: “La escuela católica como un cuerpo de esperanza para cambiar el mundo. Construyendo juntos la aldea educativa”.
En el Congreso estaban presentes 450 participantes provenientes de más de 55 Países, entre los cuales cinco Hijas de María Auxiliadora – sor Ivone Goulart Lopes y sor Sarah Garcia, colaboradoras del Ámbito para la Pastoral Juvenil, sor Martha Séïde, sor Ana Julia Suriel, sor Teuta Buka – varios Salesianos de Don Bosco, entre ellos el Cardenal Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat, Marruecos, y Mons. Alberto Lorenzelli, Obispo Auxiliar de Santiago de Chile, y otros miembros de la Familia Salesiana.
En los días precedentes al Congreso fueron elegidos el nuevo Secretario General, Hervé Leconte (Francia), El Presidente, Jawad Alamat (Oriente Medio), el Vicepresidente, Oscar A. Pérez Sayago (Colombia). Sor Martha Séïde y sor Ana Julia Suriel forman parte del Consejo OIEC.
El Papa Francisco, en la Carta enviada al Secretario General de la OIEC y a los participantes del Congreso, subrayó la razón de ser de la Escuela Católica:
“Para la sociedad, la educación es ciertamente un deber imprescindible, y en muchos casos un desafío apremiante. Para los cristianos, es también un modo de participar en el papel profético que Jesús dejó a su Iglesia. […] La enseñanza de la escuela católica no está limitada a cuestiones confesionales y los contenidos están abiertos a todas las ramas del conocimiento y a toda persona que busque esta educación.
Cada uno de nosotros y nuestras actividades están en comunión con Dios que nos envía, con la Iglesia universal y local. […]Vivimos en una familia, en una sociedad, somos corresponsables, trabajamos juntos por el bien común, a pesar de nuestras diferencias.[…]
La escuela católica, en sus iniciativas debe hacerse cargo de los problemas sociales, a nivel local y universal, debe aprender y, en este aprendizaje, enseñar a abrir la mente a nuevas situaciones y a nuevos conceptos, caminar juntos sin excluir a nadie, establecer puntos de convergencia y de encuentro y adaptar el lenguaje de modo que pueda captar la atención de quienes son más lejanos. Todo esto es un trabajo de artesanía que no podemos hacer sin la ayuda de Dios y sin el apoyo de todos”.
Con un Programa vasto y articulado, con intervenciones, mesas redondas, momentos interconfesionales, workshop, la Conferencia OIEC se proponía como objetivos: encontrarse en la alegría y en la esperanza, testimoniando la fraternidad universal; construir juntos la aldea educativa, en el compromiso del pacto educativo global; desarrollar la solidaridad entre las diversas regiones del mundo; apoyar a las Escuelas en el compromiso del Pacto Educativo Global y asumir un papel concreto en la Agenda 2030; intercambiarse experiencias educativas realizadas a nivel mundial, regional o nacional; introducir en la red las escuelas católicas con las otras escuelas en todo el mundo.
Entre las intervenciones, sor Martha Séïde, FMA, Profesora en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium” de Roma, presentó el tema: “¿Qué innovaciones educativas para las escuelas católicas en la era del Pacto Educativo Global?”.
Para las Escuelas católicas el evento fue, por lo tanto, una gran oportunidad para el intercambio internacional para construir juntos la aldea de la educación, adhiriéndose al Pacto Educativo Global lanzado por el Papa Francisco. Además fue la ocasión de investigar juntos, en un clima de fraternidad y sinodalidad, nuevos caminos educativos, también a nivel interconfesional, para contribuir a hacer un mundo más humano.